El papel de las texturas en el diseño de interiores
- Elice Arquitectos
- 16 jun
- 2 Min. de lectura
En el diseño de interiores, las texturas son un elemento tan esencial como el color, la luz o la distribución del espacio. Más allá de lo visual, la textura introduce una dimensión táctil y sensorial, capaz de transformar completamente la percepción de un ambiente, aportando profundidad, equilibrio y personalidad.
En este artículo exploramos cómo y por qué las texturas marcan la diferencia en los espacios interiores y cómo aplicarlas con coherencia y estilo.
¿Qué entendemos por “textura” en interiorismo?
La textura hace referencia al acabado superficial de los materiales, es decir, cómo se sienten y cómo se ven. Puede ser táctil (lo que se percibe al tocar) o visual (lo que se sugiere con la vista, incluso si no se puede tocar).
Ejemplos de textura táctil:
Madera rugosa o pulida
Lino frente a terciopelo
Piedra natural frente a mármol pulido
Ejemplos de textura visual:
Papel pintado con efecto de relieve
Imágenes impresas con efecto cemento, ladrillo o tela

Aportar profundidad y contraste
Las texturas crean capas visuales que enriquecen el espacio sin necesidad de añadir color o decoración excesiva.Un espacio completamente liso puede parecer plano o frío, mientras que las texturas introducen dinamismo y volumen.
Ejemplo práctico:
Un salón con paleta neutra (blanco, gris y madera) puede ganar vida combinando un sofá de algodón, cojines de lana, una mesa de roble cepillado y una alfombra de sisal. Todos en tonos similares, pero con texturas distintas.

Combinar materiales: equilibrio entre lo táctil y lo visual
No se trata de sobrecargar el espacio con demasiadas texturas, sino de combinarlas de forma complementaria y estratégica.
Claves para una combinación exitosa:
Usa una textura dominante y acompáñala con otras más sutiles.
Mezcla materiales naturales y técnicos (por ejemplo, mármol y madera, metal y tejidos suaves).
Utiliza la textura para delimitar zonas: un cabecero tapizado puede suavizar una pared, o una alfombra texturada puede definir una zona de estar.

Texturas en paredes: más allá de la pintura
Las paredes son un lienzo perfecto para introducir textura de manera potente y controlada.
Opciones comunes:
Revestimientos de madera o listones verticales, muy usados en diseño escandinavo o japonés.
Paneles de yeso o cemento texturado para baños o pasillos.
Papel pintado con relieve o efecto textil, ideal para dormitorios.
Ladrillo visto para un look industrial o rústico.

Textiles: el recurso más versátil
Los textiles son la forma más flexible de introducir textura, y permiten modificar el ambiente sin reformas.
Elementos clave:
Cortinas (lino, terciopelo, gasa)
Ropa de cama (algodón lavado, satén, franela)
Cojines de diferentes tejidos
Alfombras (lana, sisal, yute, pelo largo)
Consejo: cambia las texturas según la temporada — materiales más cálidos en invierno, más ligeros en verano.
Las texturas son una herramienta silenciosa pero poderosa que puede transformar cualquier espacio, aportando calidez, sofisticación, equilibrio y personalidad. Jugar con materiales, tejidos y acabados no solo embellece, sino que conecta el diseño con la experiencia sensorial del habitar.
¿Buscas diseñar un espacio que se sienta tan bien como se ve? En Elice Arquitectos te ayudamos a trabajar con texturas y materiales que eleven el diseño y creen entornos que hablen de ti.
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